LA ESFERA Y EL CIRCULO
PARA JIMÉNEZ DEREDIA
La forma del círculo corresponde a la del sol y la luna tal como se nos aparecen en la tierra. En la filosofía de los platónicos, el círculo es la forma definitiva y perfecta. Representa la eternidad, una expresión de perfección sin principio ni fin, sin dirección.
El cielo es una gran cúpula redonda que nos cobija.
El budismo zen considera que el círculo representa la iluminación y la perfección de la humanidad en unidad con su principio primordial; los símbolos del tao, el Yin y el Yang están encerrados en un círculo para denotar la armonía del universo.
Culturas de todo el mundo han considerado el círculo como: símbolo del ser. En este contexto, Deredia ve el círculo y la esfera como un símbolo perfecto y lo utiliza como motivo de inspiración para su trabajo, tributo a sus ancestros y a las esferas precolombinas creadas por los antiguos indios Boruca, emblema de una civilización establecida en Costa Rica hace más de 2000 años.
"Muchos hombres han expresado su pensamiento por medio de la filosofía, la matemática, la poesía o la literatura, Jorge Jiménez Deredia lo hace através de la escultura la más física de las artes se transforma en metafísica.
En Deredia, la transformación del mármol y del bronce es una metáfora del eterno proceso de transmutación del cosmos: materia que toma forma, vacío que se llena, sombra que se convierte en luz."
Geppe Inserra
Filósofo y Periodista
Jiménez Deredia comprendió desde hace tiempo que una obra artística bien fundamentada es aquella que toma en cuenta la visión simbólica del pasado. Es por esta razón que sus esculturas exploran el cÍrculo o la esfera, y su relación con las formas humanas.
Deredia vió las esferas por primera vez a la edad de 9 años, al visitar el Museo Nacional en San José y quedó sumamente impresionado. Las esferas no son solamente obras de arte antiguas, mágicas y misteriosas, producidas por las civilizaciones precolombinas; son una visión del mundo, la expresión de una cultura atávica y ancestral.
Con la recuperación del elemento esférico Deredia confirma la visión personal de un arte fundada sobre la memoria, en primer lugar, la propria, poblada por los recuerdos ligados al lugar de origen, y en segundo lugar a una memoria más lejana, más profunda, que él mismo busca y encuentra dentro de la esfera.
“Las formas circulares y esféricas nos pertenecen, están en nuestro ADN,
su forma orgánica nos hace recordar que venimos de las estrellas”
Jiménez Deredia
LA GÉNESIS
Deredia va más allá y cuenta con sus obras escultóricas, que el elemento esférico transmuta, se abre y crece hasta tener el aspecto de una mujer, o más precisamente la forma que indica la representación simbólica de una mujer. Si se siguen los pasajes de las esculturas llamadas Génesis, se entiende el mensaje del Maestro: la esfera, elevada a símbolo de infinitas realidades, se transforma en ser humano y por eso transfiere en ella su propia memoria. Por otra parte, el ser humano a través de la mujer genera la vida, reactivando a su vez un ciclo de creación.
La gran ambición de la génesis es describir el proceso cósmico del que venimos y del que llevamos huellas profundas; ella representa el anhelo de transformar en símbolos concretos el largo viaje de la vida.
LA SEMILLA QUE SE TRANSFORMA
Recuerdo con emoción que, mientras estaba realizando una Génesis monumental, los campesinos que pasaban frente a mi casa rumbo a sus trabajos, se detenían delante de la obra y me decían: esa escultura es como una semilla que se transforma y produce la vida. Lo decían con sencillez y profundidad a la vez porque se relacionaban intensamente con una imagen que no les era ajena, sabían muy bien que la representación les pertenecía, que la Génesis era símbolo de una experiencia anidada en el inconsciente de ellos.
Jiménez Deredia
EL SIMBOLISMO TRANSMUTATIVO
El pensamiento artístico y filosófico de Jiménez Deredia se llama Simbolismo Transmutativo. La esfera y el círculo son dos símbolos universales, siempre presentes en la historia de la humanidad. El artista los transforma y los modifica a través de sus esculturas.
Cuando los símbolos se adaptan al nuevo momento histórico se genera una transmutación de los mismos.
El ejemplo más claro lo tuvimos durante el Renacimiento: el arco de medio punto y la columna fueron los dos símbolos de la antigüedad que se transmutaron con la creación de los nuevos cánones de la arquitectura renacentista. A su vez una visión renovada de la antigua literatura y de las artes plásticas dio origen a un movimiento artístico que conectó la antigüedad con la modernidad.
La Génesis derediana es una tentativa en la que el símbolo universal de la esfera encuentra nueva vitalidad, transmutándose en un símbolo contemporáneo, capaz de conectar la historia profunda con la actualidad.
LA COSMOESCULTURA DEREDIANA
“Somos una pequeña parte del Todo, con nuestra existencia le ayudamos al Universo a cumplir su destino.
¡Somos polvo de estrellas en transmutación!”
Jiménez Deredia
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Deredia va más allá y cuenta con sus obras escultóricas, que el elemento esférico transmuta, se abre y crece hasta tener el aspecto de una mujer, o más precisamente la forma que indica la representación simbólica de una mujer. Si se siguen los pasajes de las esculturas llamadas Génesis, se entiende el mensaje del Maestro: la esfera, elevada a símbolo de infinitas realidades, se transforma en ser humano y por eso transfiere en ella su propia memoria. Por otra parte, el ser humano a través de la mujer genera la vida, reactivando a su vez un ciclo de creación.
La gran ambición de la génesis es describir el proceso cósmico del que venimos y del que llevamos huellas profundas; ella representa el anhelo de transformar en símbolos concretos el largo viaje de la vida.
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